Durante la madrugada del pasado día 6 de febrero, Siria y Turquía fueron sacudidas por un terremoto que alcanzó los 7,8 grados en la escala de Richter. Las víctimas del seísmo y las sucesivas réplicas ya superan las 16.000, según datos facilitados por las autoridades de ambos países. Como maristas manifestamos nuestro máximo apoyo a todas las personas que se han visto afectadas, con especial foco en la ciudad de Alepo donde SED ha trabajado los últimos años a través de la colaboración con los Hermanos Maristas Azules.
El hermano marista Georges Sabe, referencia en Alepo, y bien conocido en nuestra provincia, confirma de primera mano a SED que la situación sobre el terreno es dramática: «En la calle vemos lo terrible de la situación. Balcones caídos, edificios por los suelos y la gente huyendo con miedo a réplicas… Es la primera vez como marista en Alepo que siento que no puedo respirar».
La organización marista se encuentra saturada, confirma Georges, atendiendo a todas las personas que son capaces de recibir, pero con medios insuficientes: «Abrimos el corazón y la casa, no nos podemos quedar con los brazos cruzados. Hemos encendido el generador y estamos dando bocadillos, calor y calidez a la gente que va llegando. Ya somos más de 1000, pero no tenemos más de 250 mantas… hemos dado una para cada familia y la han compartido, durmiendo como han podido en las salas, clases y habitaciones que tenemos».
Si bien se enviaron recientemente fondos desde SED dirigidos al proyecto de Maristas Azules, se ha aprobado una ayuda de emergencia para atender a la crisis humanitaria. La ayuda inmediata es fundamental para salvar vidas, especialmente en un contexto en el que el frío extremo y la escasez de recursos dificultan las tareas de rescate.
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